El nombre Museo De Reede se inspira tanto en este trasfondo histórico como el nombre del complejo de edificios. Es, coincidencia o no, una gran señal de parentesco tener otro museo como vecino, el Museo Eugeen Van Mieghem, situado en "Het Redershuis", sede de la "Real Asociación Belga de Armadores".
Pensando en el siglo XVI-XVII, época de auge de la navegación internacional en los Países Bajos, se eligió la escritura de la época, del lugar donde los barcos fondeaban para prepararse para un viaje generalmente lleno de aventuras.
Déjese llevar por el Museo De Reede en una aventura llena de arte.
El coleccionismo gráfico se remonta al siglo XVI, y uno de los ejemplos más antiguos es la Colección Real de Artes Gráficas de Copenhague. Un siglo más tarde surgió el Kupferstichkabinett de Basilea, seguido poco después por iniciativas similares en Dresde y otras capitales europeas. En el siglo XIX, las colecciones gráficas especializadas surgieron a menudo de instituciones educativas, como las colecciones de las universidades de Leiden, Princeton y Harvard.
La mayoría de estas colecciones gráficas pasaron a formar parte de museos más grandes a partir del siglo XIX. Además, varios museos empezaron a coleccionar grabados. Un ejemplo es el Stedelijk Prentenkabinet de Amberes, fundado a partir del Museum Plantin- Moretus. El Rijksprentenkabinet, que forma parte del Rijksmuseum de Ámsterdam, es otro ejemplo. Algunas colecciones gráficas se albergaban en bibliotecas. Encontramos un ejemplo de ello en la Biblioteca Real de Bélgica, en Bruselas.
El Museo De Reede cree que es una digna incorporación a la colección de artes gráficas expuesta en todo el mundo por tres razones. En primer lugar, por el carácter exclusivo de su objetivo, el "grafismo", por la naturaleza de la composición de sus fondos y porque toda la colección es directamente visible al público sin restricción alguna. Esto último diferencia al museo de iniciativas similares en otros lugares, donde muchas obras permanecen casi siempre ocultas al gran público.
