Lo que hace único a Goya no es que se le considere el "padre del arte moderno". Precursor de todos los movimientos posteriores, desde la escuela romántica hasta el cubismo. Lo que le distingue es su crítica del mundo cambiante en el que vivió, del siglo XVIII al XIX. Con su arte gráfico, pretendía llegar a un público amplio. Para sostener un espejo, no para entretener. El hecho de que gran parte de su obra no se imprimiera hasta mucho después de su muerte subraya la atemporalidad de su poder creativo.

Acabar con Rops de una sola pincelada es imposible. Es demasiado multidimensional para esto. Si debe ser, 'un hombre, sin miedo a vivir'. Su lema "Aultre ne veulx estre" - "No quiero ser otro" lo resume todo. Su sinceridad como artista, su individualidad, a través de todo ello, es lo que hace que el hombre Rops destaque por encima de la uniformidad y las convenciones. El compromiso o la corrección política no existían para él. Esto brilla en su obra y lo hace "moderno" hasta el día de hoy.

Apenas una fina membrana separa la vida de la muerte en el arte de Edvard Munch. La experiencia de la muerte en los primeros años de su vida, de su madre y luego de su hermana, le impregnó para siempre de la fragilidad de la vida. En esta realización, todas sus emociones encuentran su origen y así se manifiestan en su obra. La muerte no era su "ídolo". Buscaba la conexión entre la vida y la muerte, algo que él mismo describió como "metabolismo". Su actitud ante la vida a partir de este pensamiento es lo que llevó a Munch a las cotas artísticas que alcanzó.